¿Estamos listos para la “nueva normalidad”?

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Volver a la “normalidad”, el momento que tanto hemos esperado. La situación que enfrentamos ante COVID-19 no sólo ha impactado en el sector económico, sino también político, social, emocional, de salud, entre muchos otros. Indistinto del tamaño de la empresa, ya sea una con miles de empleados o una pequeña o mediana, definitivamente todas y cada una de ellas se ha visto afectada y, en el mejor de los casos, algunas dieron un salto y con creatividad y apertura a nuevos modelos de trabajo han logrado sobrevivir.

Sin embargo, estamos cerca de concluir de manera gradual el aislamiento y así como se ha percibido en las últimas semanas, el sentimiento de incertidumbre continúa presente, porque la gran pregunta es ¿cómo será todo después del coronavirus? Desde las dinámicas de convivencia, las medidas de higiene, los modelos de negocio, la interacción entre el personal, los canales de comunicación. Es momento de que las empresas empiecen a prepararse para el retorno y, sobre todo, para asumir el mundo que vendrá después de la pandemia.

Después de todo esto los hábitos de consumo cambiarán y las expectativas de los consumidores serán distintas, además de las obligaciones en higiene y limpieza. Ello representa un gran reto, porque es un hecho que la economía de los consumidores también se ve directamente afectada, ya que en algunos sus ingresos disminuyeron o fueron nulos durante este periodo, y volver al ritmo que se tenía anteriormente, tomará algo de tiempo. Además, ¿quién estaba realmente preparado para enfrentar una pandemia? Muy pocos siquiera lo habían imaginado.

En las crisis es cuando conoces realmente a alguien y esta pandemia ha sacado lo mejor y lo peor de las personas, así como también de las marcas. Aquellas marcas que mostraron empatía, que apoyaron a sus empleados, que realizaron actividades a favor de los más afectados, que se solidarizaron ante las medidas de higiene y aislamiento, todas aquellas que se sumaron al barco y pusieron por encima el bien común sobre el interés personal. Eso será recordado por los consumidores cuando volvamos a la “nueva normalidad”, porque en los momentos difíciles lograron identificar cuáles marcas permanecieron cerca y además fueron responsables y solidarias.

Es innegable que también algunas optaron por guardar un gran silencio durante este periodo, y han cometido una omisión importante, perdieron la gran oportunidad de ser recordados con ese mensaje de aliento, de amigo interesado no en venderte, sino en hacerte saber que entendemos tu situación actual.

La pandemia causada por COVID-19 nos ha retado a tomar decisiones importantes, decisiones que se adquieren con valentía porque ni siquiera estamos seguros de qué es lo que sigue. La única certeza es que los cambios, la evolución y la nueva situación que enfrentaremos nos obliga a crecer a nivel personal, profesional, como empresa, como marca y nos permitirá aprovechar al máximo nuestros recursos, ser más conscientes y estar más atentos a nuestros clientes. La “nueva normalidad” se asumirá con responsabilidad, creatividad y mucho ingenio.

#EnCasaPeroDePie


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